La madre naturaleza no me dotó de muchos dones, parece que ese día estaba ocupada con otros asuntos y pillé muy pocas facultades para saber hacer algo bien. Uno de esos dones que siempre se me han negado es la música. Nunca he mostrado especial interés por la música (ya lo expliqué hace unos años en un post sobre los discos de mi vida) pero sí que el fenómeno hip hop me cautivó desde bien pequeño.

Ahora con más de 40 años hay otro fenómeno que me ha atrapado con la misma pasión: el podcasting.

Y creo que ha llegado el momento de explicar qué tienen en común y qué debe aprender el recién llegado (podcasting) del más veterano (hip hop). Por que sí, hay muchas cosas en común, patrones que se han repetido en su evolución, y quizá eso permita adivinar un poco la dirección hacia la que se dirigirá el podcasting en España.

Puntos comunes entre el hip hop hispano y el podcasting español

Del amateur al profesional

Las maquetas que grababan los raperos a principios de los 90 tenían mal sonido y poca producción musical. Ni los propios técnicos de sonido conocían el estilo lo suficiente para saber hacer las mezclas con un sonido limpio de calidad. Algo así pudimos vivir hasta hace unos 2-3 años en el podcasting español. Mucho amateur grabando en casa con el micrófono de los auriculares del móvil, nula producción sonora y poca gente a la que preguntar cómo hacerlo mejor.

Me sigue molestando mucho que asocien mala calidad de sonido con amateur, como si un amateur no pudiera grabar con calidad. Hoy en día poniendo sólo un poco de interés y con una inversión mínima (tienes micrófonos usb por 30 pavos en Amazon), puedes tener un sonido más que bueno, así que no soporto que los podcasters justifiquen su mala calidad de sonido con que lo hacen por amor al arte y como hobby. 

Si el fenómeno podcast no acaba de despegar en España es por un claro motivo de falta de calidad en los contenidos y poco cuidado en la producción sonora.

Así de claro, moleste a quien moleste. Los pocos podcasts que tienen un contenido único, diferente y de calidad están logrando éxito de oyentes y repercusión mediática.

Retraso respecto a la escena de EEUU

Dando una cifra se puede tener una perspectiva mucho más clara: el podcasting en EEUU movió 314 millones de dólares en publicidad en 2017 (fuente) mientras en España uno de los «gigantes» del sector, iVoox, esperaba facturar… 1 millón de euros en 2016 (fuente).

El España el podcasting es un fracaso económico, todos excavan buscando una veta de oro pero nadie la encuentra. De vez en cuando alguien logra una pepita de oro (Todopoderosos, Catástrofe Ultravioleta), llama mucho la atención, todos nos emocionamos pensando que seremos los próximos en encontrarla, pero la realidad es que nadie sabe donde está el oro.

Me llama mucho la atención que, aunque nadie vive de su podcast, hay muchísimos podcasters que dan charlas y llenan de contenido sus blogs explicando cómo «monetizar» tu podcast. Me recuerda mucho a los que escribían en sus blogs sobre cómo ganar dinero con tu blog.

Cuando las discográficas se fijaron en los raperos

El gran cambio llegó cuando la calidad del hip hop en España fue suficiente como para llamar la atención de algún productor musical que apostó por poner de moda el rap entre entre el 89 y el 91. Abusaron tanto del rap que acabó cansando y desapareció dejando sitio al Bakalao que inundó las pistas desde 1992.

En España estamos viendo cómo las radios comerciales están comenzando a fijarse en los podcasts porque ya comienzan a tener suficiente calidad como para hacerlos llegar al gran público. Pero si bien en la escena hip hop los grupos que más crecieron tenían todos un origen amateur, en España los podcasts que están creciendo más y llegando a más oyentes son de podcasters famosos.

El dúo SFDK hicieron un Sevilla – Málaga en bicicleta para llevar sus primeras maquetas a una tienda que las vendía a los bboys malagueños de principios del 2000. Hoy en día son veteranos del hip hop en español, un referente y con 10 discos en su discografía. Los hemos podido crecer desde abajo hasta llegar a la fama.

En el podcasting español estamos viendo llegar a la fama a locutores de radio, escritores, humoristas, periodistas… Todos ya habían sido profesionales, ya habían trabajado en eso, logrando más o menos repercusión mediática. Sobre todo hay muchos locutores que han pasado por radiofórmulas y se agarran al podcasting como última oportunidad de lograr una carrera profesional.

Las mentes más retorcidas podrían pensar que al final usan el podcasting como trampolín para volver a trabajar en la radio. O tal vez no. A ver quién es el guapo que rechaza una oferta de la Cadena Ser o de Onda Cero para llevar tu programa a la radio FM y que te escuche toda España…

La lucha por el trono de los pioneros

En España pocos podrían dudar que los grandes pilares de la escena hip hop fueron Sólo los Solo, Club de los Poetas Violentos, 7 Notas 7 Colores, Violadores del Verso, SFDK… Algunos quedaron por el camino, otros se han sabido mantener y crear su propio estilo que luego fue imitado por las nuevas generaciones.

Faltan referentes de calidad que lleven años en el podcasting y con un estilo propio. Son muy pocos y han caído todos en el mismo error de crear redes de podcasts como ya sucedió con los primeros blogueros de tecnología que cuando lograban algo de audiencia comenzaban a diversificar su éxito sacando nuevos blogs como champiñones. 10 años después ya sabemos que el 90% de esos blogs han desaparecido. Pues parece que los podcasters no aprenden de los errores ajenos y quieren probar suerte imitando el mismo patrón de comportamiento. En todas las redes de podcasts encontramos el típico podcast de series, tecnología (en especial Apple), historia, ciencia… ¿Hacemos una encuesta sobre cuantos de todos estos seguirán vivos dentro de 3 años?

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