Pese a que dejé de lado una de mis profesiones y ahora me dedico al mundo de la química, nunca podré desvincularme por completo del mundo de la educación física.
Durante varios años trabajé con grupos de enfermas de fibromialgia a las que les ayudaba a superar sus dolores a través de ejercicio físico. Es una de las sensaciones más agradables que he tenido a nivel profesional. Ver como te llegaban las alumnas (yo les llamaba mamis) el primer día de clase, tiesas, rígidas como una tabla, sin flexibilidad. Y al finalizar el curso que todas hubieran mejorados su movilidad, todas conseguían tocar el suelo con las manos sin doblar la rodilla, podía hacer ellas solas su cama sin necesidad de sentarse en el suelo o pedir ayuda.
El último día de clase, la alumna de mayor edad (unos 70 años) se me acercó, me llevó a parte y me dijo:
Hijo, yo no sé si tú cobras mucho aquí, pero si te digo que antes de venir yo no podía jugar con mis nietos, y ahora me tiro al suelo a jugar con la más pequeña. Eso a ti te vale como pago?
Casi se me salen las lágrimas. Claro que me servía como pago, creo que eso es lo que sueña cualquier profesional del campo de la salud. Devolverles calidad de vida era suficiente pago para mi, porque de lo otro no es que se cobre mucho, la verdad.
Tenía pensado desarrollar un poco qué es la Fibromialgia y daros algunos consejos para mejorar la calidad de vida de las enfermas que lo padecen. Pero mejor os dejo el artículo que publiqué hace ya 6 años, donde viene todo bien explicado, con ilustraciones y gráficos explicativos. Es ideal para dar a leer a familiares y amigos de enfermas de fibromialgia. Así conocerán mejor qué es esa extraña enfermedad, cómo pueden ayudarle en el día a día, y sobre todo, que les protejan de estafadores y curanderos que les estafen su dinero con falsos remedios.
Aquí tenéis el enlace al artículo, es de libre distribución. También os dejo un enlace al listado de todas las asociaciones de enfermas de fibromialgia que hay en España, es la mejor manera de que os puedan ayudar.
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