Atención al momento más wtf de los que he visto últimamente: un bebé, micrófono en mano, se dispone a dar un sermón a los asistentes a un acto religioso. No se le entiende un carajo porque ese crío seguro que casi no sabe hablar, pero fijaros bien en sus gestos, cómo se mueve, cómo cambia el tono de su voz como lo haría un predicador farandulero… Me pone los pelos de punta:
Las cosas que no veas en yankilandia es porque no existen!
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