Lo primero es pedir disculpas por bajar el ritmo de publicaciones, pero con la nueva nena en casa es difícil sacar tiempo para simplemente consultar el correo electrónico, así que no digamos poder escribir un post con detenimiento.
La nena es un encanto, es tan fácil de manejar como un tamagochi porque sólo come, caga y duerme, nada más. Está muy despierta para tener sólo 5 días de vida, siempre tiene los ojos abiertos (azul profundo como su bisabuelo materno y su bisabuela paterna) y hemos descubierto que le encanta la música.
Parece que la musicoterapia que utilizamos durante el embarazo ha funcionado y ahora le encanta escuchar a su osito Winnie the Pooh musical mientras le cambiamos de pañal, se tranquiliza enseguida e incluso a la hora de dormir se relaja antes.
Ahora comienza la odisea de preparar biberones, esterilizar, enjuagar, fregar, enfriar… Menos mal que tenemos 15 días de permiso paterno, porque es una locura dejar a una mamá recién parida con las molestias típicas de un parto (natural o por cesárea) y que tenga que hacerse cargo de una nena las 24h del día sin ayuda del papá de la nena.
Bueno, seguiremos informando poco a poco de la actualidad.
P.D: esto de ser padre es una sensación difícil de explicar: mucha responsabilidad por una parte (no todo el mundo está preparado para dar el paso) y por otro lado la satisfacción de haberle dado la vida a una persona que depende de ti las 24h los primeros años de su vida.
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