En esta ocasión el parecido incluye una connotación sociológica, en ambos casos se observa a miles de personas que se reúnen por algún motivo y juntos alcanzan un estado de éxtasis colectivo.
Sin embargo todos aceptamos de forma natural un concierto multitudinario y en cambio la peregrinación de los musulmanes a La Meca demuestra un fanatismo incomprensible.
Curioso el doble rasero con el que medimos ambos eventos, verdad?
No voy a ponerme ninguna medalla, yo soy el primero que justifica la falta de entendimiento entre la sociedad occidental y la musulmana por culpa del fanatismo religioso. Lo curiosos es que para ellos seguramente será algo inconcebible que acudan miles de personas a un estadio a escuchar a una sola persona que ni es líder político ni religioso… Y a nosotros nos choca que vayan cada año 3 millones de musulmanes a La Meca a dar vueltas a la Kaaba (donde se conserva un meteorito, curioso, verdad?).
Nunca sabré si es mejor ser espiritual y religioso o materialista y consumista…
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