Dame paciencia…

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Quién no ha dicho ésto alguna vez cuando llevas esperando 1 hora a que te atiendan en una ventanilla, cuando has pedido 5 veces un café a ese camarero que no te presta atención, cuando al imprimir un trabajo la impresora se atasca cada dos por tres, cuando te atascas en alguna fase de un juego y no sabes matar al malo de turno…

En todas estas situaciones tu conciencia pide a dios un poco más de paciencia antes de explotar, si tienes un mal pronto como me pasa a mi sabrás que es importante contar primero hasta 10 antes de reaccionar, porque con nuestro genio podemos lamentarnos más tarde.

Considero que tengo paciencia, mucha paciencia, demasiada paciencia a veces. Prefiero pasarlo mal esperando antes de saltar la barra del bar y coger al camarero de la pechera y gritarle que cuando me pondrá el puto café que le he pedido 6 veces!!!

Mi mujer dice que soy tonto de lo bueno que soy, que tengo que sacar más la mala leche, pero como yo me conozco una vez que se me abre la válvula de escape ya no hay quien me pare. Soy lo más parecido a un toro de Miura cuando sale por la puerta de chiqueros buscando a quién meterle el pitón hasta las entrañas.

Hasta que nos casamos siempre había tenido paciencia de sobra, cuando ya empezamos a salir fui sacando la mala leche porque a mi no me importaba tener que aguantar carros y carretas, pero que le hicieran esperar a ella eso ya no lo podía aguantar.

Recuerdo que en el viaje de novios pasaron un par de anécdotas y bajé a la recepción del barco que casi me como a la pobre recepcionista. En ese momento me di cuenta del cambio subconsciente en mi actitud pasiva.

Y sabéis un truco, las cosas funcionan mejor si te conviertes en un cabrón enfadado que si llegas como una persona educada y respetuosa pidiéndolo todo por favor y dando siempre las gracias.

Os pongo como ejemplo un día en el concesionario, estábamos charlando con el comercial que es amigo nuestro y nos contaba que había llegado una señora muy cabreada, dando gritos y pidiendo explicaciones por no sé qué problema con un coche de sustitución que no le podían ofrecer. El caso es que en 10 minutos estaba allí el jefe de los comerciales calmando a la señora y ofreciéndole el coche de sustitución completamente gratis durante el tiempo que lo necesitara.

A la semana siguiente un compañero de trabajo tuvo una avería en el coche con sólo 1 mes desde que lo compró. El fallo era de la cadena de montaje y le había afectado a los inyectores (cuidado con los Seat). Mi compañero fue muy educado y pidió un coche de sustitución durante el tiempo que estuvieran revisando la avería en la fábrica, ya que era un caso muy especial.

No hace falta que os diga que mi compañero se pasó 1 mes sin coche mientras lo arreglaban y en Seat no le ofrecieron nunca un coche de sustitución eludiendo sus responsabilidades. Si mi compañero hubiera entrado en el concesionario como aquella señora, pegando voces y amenazando con escribir a todas las revistas de motor contando lo sucedido estoy seguro que en la Seat alguien le habría pedido disculpas en persona y le habría ofrecido otro coche de sustitución por las molestias.

No sé si en estos casos estamos hablando de tener paciencia y de soportar que nos llamen tontos en la cara. Cada día uso menos la paciencia, tengo claro que hay que dar un puñetazo en la mesa para que te tomen en serio y no te traten como a un don nadie (es una pena que sea así, pero ellos lo han provocado).

Desde que me enteré que seríamos padres el próximo mayo del 2008 esa paciencia se va acabando todavía más rápido que lo hacía antes. Ahora estoy permanentemente encabronado, con muy poca paciencia y dispuesto a aplaudirle la cara al primero que me suelte alguna chulería (esos son los peores, el que te quita el sitio de aparcamiento y encima te dice que la próxima vez sea más rápido. En ese momento me bajo del coche y no respondo de mis actos, lo mismo le meto por la ventana un carrito de la compra y me quedo tan tranquilo).

No sé si este consumo acelerado de paciencia será muy sano, mi presión sanguínea sigue alta pero es algo subconsciente, fue enterarme que iba a ser padre e inmediatamente se me activo el gen cabrón, ya no paso ni una, que la paciencia la cultiven los demás conmigo, a ver qué tal lo llevan.

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