Imagínate que estás de viaje por Rusia, buscas un hotel cerca de Moscú donde pasar la noche y encuentras uno cerca de la carretera que parece el ideal para pasar una noche romántica.
Lo primero que te asegura el conserje es que el hotel es de lujo y que por 65€ podrás pasar una noche en una de sus suites, así que te lías la manta a la cabeza y te das un capricho, a vivir que son dos días.
Recoges la llave de la suite y te dispones a tomar un baño relajante para luego descansar en su enorme cama… Baño relajante? Enorme cama? Suite?
No te puedes quejar, eh? Tienes todas las comodidades que puedes esperar en un hotel ruso que no haya sido reformado desde los años 50.
Lo mejor de todo es el váter, sin tapadera y con más mierda que la bombilla de un gallinero. El alicatado de la bañera también les quedó muy bien acabada, quizás tenía 7 u 8 años el niño que lo hizo porque eso no lo deja así de mal un adulto ni queriendo. El bajante también lo han dejado muy bien disimulado, un tapón negro al final de la tubería del vecino de arriba y si se filtra humedad pues te jodes.
Si te ha gustado la suite no quiero imaginarme como sería la habitación más barata del hotel…
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