No hay mucho más que añadir después de ver el video. Un canadiense gilipollas como la copa de un pino, acepta prenderle fuego a su pelo, mientras se come un Dorito ardiendo. Qué pretendía con esta hazaña? Quizás buscaba ganar nuestro prestigioso galardón al Gilipollas de la Semana. Si no era eso entonces este tipo está para que le encierren.
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