Dicen que lo más bonito es la sonrisa de un bebé, pues toma una dosis de felicidad con este video de mi hija Anna desternillándose de risa con las tonterías que le hago con la cámara.
El día 12 de junio comenzó a caminar, así, de buenas a primeras echó a andar ella sola sin ayuda de nadie, sin apoyarse en lo que tiene más cerca.
En esos momentos te quedas con cara de bobo, pensando que esa cosita rosa pequeñita, pequeñita que hace poco más de un año tenías en tus brazos, que no sabías cuando tenía hambre, que no sabías limpiarle la caca por las noches, que ni siquiera sabías cómo sujetarla sin miedo a romperle un brazo… Ya no es un bebé, se ha convertido en una niña pequeña, que pronto será una señorita y cuando nos demos cuenta será toda una mujer.
Este primer año de Anna no ha sido el mejor de nuestras vidas porque nos ha costado mucho (muchísimo) adaptarnos a la presencia de un nuevo miembro en la familia. Por primera vez hemos discutido en la pareja, algo que antes nunca había sucedido, pero por otra parte lógico que suceda cuando juntas pocas horas de sueño, enfados, frustraciones, agotamiento y un estrés contínuo.
Tarde o temprano acabas pagándolo con quien menos se lo merece. Te quiero Mistica.
Déjame tu comentario: