El mercado de la industria musical ha tenido que aceptar que hay otras maneras de ganar dinero con la música además de la venta de copias. Pero eso les ha costado mucho, mejor dicho, les está costando mucho, porque sigue habiendo casos desesperantes para los grupos que quieren ganarse la vida con su música.
Conozco en primera persona un caso de un compañero de curro, es el vocalista de un grupo de punk-rock que se han hecho especialmente famoso por ser los mejores imitadores de Ramones, se llaman F.A.N.T.A. y ya os he hablado de ellos en alguna ocasión. Y no estoy hablando de una banda de aficionados, han actuado en locales como la Sala Razzmatazz de Barcelona y tienen preparada gira por México.
Pues en más de una conversación le he preguntado por los motivos por los que no encontraba nada suyo en Spotify. Me explicó que al ser un grupo independiente, sin ir de la mano de ningún sello discográfico, no había manera de entrar en esa plataforma. Editaron su último disco con licencia Creative Commons y por tanto la SGAE no les daba soporte para acceder a Spotify.
Han tardado más de un año en lograr que su disco esté disponible en Spotify, tuvieron que buscar un sello que hiciera de distribuidora, sólo para que les firmara un papel con el que acceder al servicio, porque en realidad sigue siendo una banda independiente, autogestionada y que publica sus discos con licencia CC. Es más, ofrecen su música de libre descarga en la web oficial de F.A.N.T.A.
El tema está ahora en que como Spotify se está haciendo tan popular, las grandes discográficas están volcando su catálogo a la web. Por tanto hay lista de espera para estar disponible, y claro, donde esté una discográfica con 50 bandas no llega un grupo independiente que no cobra ni lo que le corresponde de la puta SGAE. Y ya ni os cuento las que pasan cuando intentan cobrar de la SGAE el dinero que les corresponde. Ellos firman en las salas de concierto los temas, el dueño envía la copia a la SGAE, paga los derechos correspondientes, pero luego la SGAE no paga al grupo porque dicen que hay muchas salas que no pagan los derechos, que si patatí, que si patatán. Lo de siempre, ellos cobran de las salas de conciertos pero luego no reparten el dinero, y si lo hacen llega mal y tarde.
Sólo por lo que les ha costado llegar a Spotify y ofrecer su música gratis a todo el mundo se merecen una oportunidad, así que dale al enlace y dime qué te parece. Si, son muy divertidos, ritmos frenéticos manteniendo el espíritu de Ramones. En breve subirán toda su discografía, pero viendo lo que tardan será cuestión de esperar unos meses.
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