Quién no se ha encontrado alguna vez en una situación semejante. Un amigo te deja en vacaciones las llaves de su casa y te pide que una vez a la semana te pases a echarle de comer a su mascota y a darle un baño. El día que entras en su piso y descubres que la mascota es una pitón albina de 60Kg y que te costará la misma vida darle un baño, entonces te acuerdas de tu vecino y de la madre que le parió:
Por cierto, a qué huele una serpiente? No sabía que había que bañarlas con espuma y todo!
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