No es una experiencia que se le aconseje a ningún amigo (ni enemigo), pero llegar al lugar donde dejaste el coche y encontrarte la sorpresa de que te han roto un cristal, es de lo más frustrante que te puedes imaginar. Ya no te digo si al llegar no encuentras el coche, porque en ese momento te pasan por la cabeza mil posibilidades, la más tranquilizadora es que la grúa se lo haya llevado y la broma quede en 130€ de multa.
Ayer tuve que pasar por la desagradable experiencia de encontrarme con una ventanilla rota en el coche. Habían lanzado un adoquín a la ventanilla pequeña que hay en la puerta del conductor, habían abierto con la maneta interior y tranquilamente me robaron la radio del coche, el gps que llevaba en la guantera y el manos libres que llevaba instalado por el taller donde compré el coche.
Alguno recordará la radio, os la enseñé en el blog cuando la instalé y parece que ha sido muy golosa para algún amigo de lo ajeno. Lo que no entiendo es cómo se atrevieron a romper la ventanilla del coche estando aparcado delante de una parada de autobús por la que pasa cada día cientos de personas! Está claro que el ciudadano no se moja en estos casos y prefiere mirar hacia otra parte. No les culpo, quizás yo haría lo mismo (no, no haría lo mismo) al ver como un cabrón rompe el cristal de un coche en mis propias narices.
Por suerte me tocó un profesional del oficio, el trabajo fue muy limpio, sacó la radio con maestría (muy pocos daños al salpicadero), se llevó medio manos libres (la otra mitad quedó dentro) y de regalo se encontró con el gps que llevaba en la guantera. Si, lo sé, no debía de dejar nada en la guantera, pero acaso soy el único conductor que tiene el gps guardado en ese sitio cada día?
La policía me dijo que los chorizos ahora se fijan mucho en los coches que tienen la marca de la ventosa en el cristal. Eso indica que tiene gps de quita y pon, así que van sobre seguro a la hora de reventar un coche. Que luego no está en la guantera? Pues nada, para casa y a ti te dejan la ventanilla jodida y te toca pasar por el taller las veces que hagan falta.
Pero si os soy sincero, estoy más cabreado con el perito del seguro que con el propio chorizo que me ha robado la radio. Esta mañana quedé con la aseguradora en dejar el coche en el taller. En este caso fue mi mujer la que llegó 10min después de que abrieran las puertas. La sorpresa vino cuando le dijeron que el perito ya había pasado y que no había tenido la deferencia de esperar 5min a que nos llamaran para avisarnos. Se largó de inmediato amenazando con no volver hasta el próximo lunes.
Ya os podéis imaginar cómo me sienta esta chulería tan prepotente. Llamé al seguro explicándole que cuando contrato un servicio no incluyo la prepotencia de sus profesionales. Que en su mano está reeducar a esta panda de macarras si no quieren perder clientes. En mi caso amenazaba con dar de baja todos los coches de la familia así que en cuestión de minutos me devolvieron la llamada avisando que el perito pasaría de nuevo al cabo de 15min.
Y así ha sido, pasó de nuevo no sin soltar por la boca sapos y culebras por las molestias ocasionadas en su ruta diaria (que se joda, para eso le pagan). Después ha hecho su valoración de los daños, eso lo veo bien, pero me sorprende que haya valorado el interior sin tener en su poder la denuncia que puse ante la policía. Qué habrá peritado si no sabía el contenido del habitáculo del coche? Otro ejemplo más de su «enorme profesionalidad»?
Así que aquí estoy, con el cristal arreglado, sin radio, sin manos libres, sin gps… Y esperando a ver qué me dice el seguro el próximo lunes, después de recibir el informe de la peritación que se ha inventado nuestro amigo «Don Prisas».
Una cosa si es cierta. No perdí los nervios en ningún momento, me lo tomé con calma, valoré la situación, hice un recuento de los daños (su valor económico) y respiré tranquilo al comprobar que todo se podía arreglar con dinero (mi madre siempre dice que los problemas que se solucionan con dinero no son importantes). Luego me vino a la cabeza la de situaciones mucho peores en que se podía haber desarrollado toda la historia. Podía haber sido de noche, ir con la niña enferma, o simplemente un día de lluvia (que este año ha sido la repera) me habría provocado más daños. También me alegré de no haberles pillado in fraganti, porque la cosa se habría complicado mucho más conociendo mi mala leche.
Total, que vivimos en una sociedad donde hay gente que no respeta los bienes ajenos, que no tienen pudor de robar a un padre de familia, que sin problemas encontrarán comprador a su material robado (ojalá le salga defectuoso) y que volverá a repetir su fechoría antes de lo que nos imaginamos. Saben que si les pilla la policía a los 10min están en la calle, así que esa impunidad les da alas para hacer siempre lo que les da la gana.
Me toca joderme una vez más, la impotencia trato de olvidarla poco a poco, ya tengo encargado un nuevo gps (mejor que el que tenía, jódete cabrón) y como mínimo el seguro me pagará la radio nueva, que ya es algo.
Ojalá no tengáis que vivir este tipo de experiencias, pero de todo se aprende, eso también es cierto.
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