Imagínate un ballet ruso interpretando una suite de El Cascanueces, de Tchaikovsky. Es una versión «arabesca», con una ambientación típica de las Mil y una noches.

Bien, ahora fíjate en los figurantes del fondo, hay unos vestidos de elefantes, otros de tigres… Exacto, fíjate en el tigre de la izquierda:

Los bailarines ni se dieron cuenta de lo que pasaba, quizás ni se percataron de las risas del público. La despedida del bailarín infiltrado es antológica, un «BIG LOL»!

Por un momento pensé que podía ser una broma de Sasha Baron Cohen, juasss.

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