Si has visto Gran Torino habrás descubierto la pasión que tienen los americanos por sus coches. Los hay que mantienen en perfecto estado modelos con más de 30 años y que en nuestro país estarían ya más que desguazados.
Un nuevo ejemplo de este tipo de pasiones lo tenemos al descubrir que nuestro amigo Lonnie Holloway ha conseguido que tras fallecer a la edad de 90 años, le entierren dentro de su coche Pontiac Catalina de 1.973.
Si no fuera suficiente, en el asiento del copiloto le pusieron su colección de armas y en la tumba de al lado estará su esposa que ya había fallecido, para poder descansar juntos por los siglos de los siglos…
Lo que no dicen es si desenterrarán el coche cuando tenga que pasar la ITV. Y ahora que lo pienso, podrían haber metido también a la mujer en el coche, no? Por aquello de viajar juntos hasta la eternidad en un elegante Catalina del 73.
Te imaginas un caso así en España? Un abuelito que tras fallecer pidiera que le enterraran dentro de su Seat 131 Supermirafiori de 1.975 y en el asiento del copiloto la colección completa de vinilos de Manolo Escobar… Fijo que en dos días habrían desenterrado al pobre para vender por piezas el coche.
Hay gente pa’tó.
Déjame tu comentario: