Steve Jobs y Gerard Piqué tuvieron vidas paralelas

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Muy curioso este artículo de Mundo Deportivo (no dice el autor) donde explican las experiencias tan similares que tuvieron Steve Jobs (el gurú de Apple) y Gerard Piqué (nueva figura del FC Barcelona).

En ambos casos vivieron la experiencia de que muchas veces es mejor dar un paso atrás para luego dar dos hacia delante:

Gerard Piqué llevaba unos días en Barcelona tras consumarse su regreso al Camp Nou cuando un amigo le dijo: «Entra en ‘youtube’ y mira la conferencia de Steve Jobs en la Universidad de Stanford en 2005». El azulgrana se vio reflejado en el poderoso presidente de Apple, cuyo discurso habla de las segundas oportunidades de la vida y que a veces un paso atrás puede resultar un trampolín para dar uno mejor adelante. Jobs ingresó en el Reed College y lo dejó a los seis meses aunque siguió asistiendo a las mejores clases de caligrafía de Estados Unidos. Diez años más tarde, se inspiró en las tipografías artísticas al diseñar el primer ordenador Macintosh.La segunda historia es también sorprendente. Jobs fundó Apple pero fue despedido a los 10 años por divergencias de su propia junta directiva, que le traicionó apoyando a un ejecutivo fichado por él y su socio, Steve Wozniak. En el siguiente lustro creó las empresas NeXT y Pixar, que creó Toy Story, el primer largometraje por ordenador, y conoció a su actual esposa. Apple acabó comprando NeXt y Jobs volvió a su antigua casa. El tercer relato alude al cáncer de páncreas que le diagnosticaron. Le dieron de tres a seis meses de vida, pero, al final, el tumor no era mortal y Jobs se curó.

¿Por qué Piqué pensó que las experiencias del presidente de Apple se parecían a las suyas? Gerard dejó el Barça en 2004 para ir al Manchester United y, tras una positiva cesión al Zaragoza, regresó a Old Trafford. Sin embargo, Piqué midió mal un salto en Bolton y Nicolas Anelka, con el que podría reencontrarse mañana si Guus Hiddink le alinea, metió el 1-0 el 24 de noviembre de 2007. Sir Alex Ferguson no le reprendió por el error pero Piqué vio «por ciertos detalles que había perdido su confianza». Apenas volvió a jugar: sólo seis partidos, cuatro de ellos de titular. «Si no hubiera fallado, me habrían ofrecido la renovación y no habría vuelto al Barça», recuerda el defensa, que vio la pasada final de la Champions en Moscú desde la grada. Como Steve Jobs, Piqué sonríe tras haberlo pasado mal. Todo empezó a cambiar con Anelka y ahora, antes de medirse a él, está a dos pasos de jugar la final de Roma con el Barça. ¿Será el destino?

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