Es una de esas cuestiones que siempre te planteas alguna vez en la vida:
Es mejor ser rico o afortunado?
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Para algunos el término afortunado va siempre asociado a la palabra fortuna, y ésta al dinero. Pero no siempre es así, o al menos según lo veo yo.
Personalmente me siento una persona muy afortunada, la vida me ha dado algún que otro palo pero me ha permitido crear una familia y vivir desahogadamente. Es en esta situación donde un hombre es realmente feliz.
Pero quizás otros prefieran ser ricos aunque no tengan «suerte» en la vida. Pueden estar podridos de millones pero no encontrar pareja estable, tener un trabajo alienante, sentirse muchas veces sólo, completamente a solas… con su dinero.
Estoy seguro que conoces a personas de los dos tipos, afortunadas o ricas, incluso los hay con suerte y son las dos cosas, pero créeme que muchos ricos fingen ser afortunados por alguna extraña razón del contrato social por el que a los ricos se les exige ser felices y a los pobres infelices.
El refranero español es muy sabio y tiene uno que dice que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Quizás en este caso se puede aplicar para encontrar la mejor respuesta a la pregunta que da título a este post.
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