Poco a poco voy disfrutando más de la fotografía. Se nota muchísimo cuando pasas de una modesta cámara compacta a una réflex digital. Hay tantos parámetros para modificar, empezando con los objetivos, las zonas dinámicas de enfoque, el posterior retoque con el photoshop… Que sin darte cuenta pasas muchas horas entretenido con tu cámara.
Como os decía, voy disfrutando cada día más con la Nikon D40 porque ya no tengo que consultar tanto las instrucciones para saber, por ejemplo, qué botón era el que tenía que apretar para cambiar la exposición. Ahora puedo dedicarme más al lado artístico de la fotografía y por eso voy a crear otra sección fija en el blog, donde cada domingo publicaré alguna foto que haya hecho con mi cámara, y en contadas ocasiones también colgaré alguna foto que haya encontrado en los múltiples foros sobre fotografía que suelo visitar.
Hoy me estreno con el retrato de un lirio que decora el salón de mi casa, tomada con luz natural y sin apenas retoque posterior (sólo aumenté un poco la nitidez).
También he comprobado que fotografiar flores es un vicio. Una técnica muy utilizada por los aficionados a la fotografía, ya que no necesitas equipos caros ni un estudio casero. Con el macro que suelen traer todos los objetivos de kit ya tienes suficiente, luego si utilizas un trípode mejorarás mucho la nitidez, pero tampoco es imprescindible para disfrutar.
Lo que si he aprendido pronto es que fotografiar una flor es muy fácil, pero que el resultado sea interesante es algo más complicado. Tienes que evitar fotografiarlas como lo haría cualquiera, desde arriba. He descubierto que si buscas un ángulo diferente el resultado es mucho más vistoso.
Espero vuestras críticas fotográficas, así poco a poco iré mejorando.
Déjame tu comentario: