El año nuevo siempre trae buenos propósitos. Mucha gente dice que va a dejar de fumar (yo no fumo), otros que este año van a leer más y estar tanto tiempo en internet, algunos apuestan porque este año será cuando acaben la universidad…
En mi caso ha sido una de las propuestas más habituales después de Navidad:
Me apunto al gimnasio!!!
El culpable ha sido mi suegro, me ha liado y al final me convenció para que me apunte con él a un nuevo gimnasio que han abierto muy cerca de casa. Tan cerca que no servirá de excusa el tener que coger el coche, porque está a 50m desde la puerta de mi casa.
Es un gimnasio nuevo, acaba de abrir en octubre y no es un macrogimnasio (no me gustan). Tienen una sala de cardio muy completa (con una pantalla de plasma donde emiten lo mejor de Discovery Planet), también tienen todas las máquinas de tonificación que hay en el mercado, una sala multiusos muy bien equipada, una sala de taekwondo, otra de ciclyng, jacuzzi y sauna. Qué más le puedo pedir?
La verdad es que nunca ha sido tan cómodo acudir al gimnasio, lo peor es que no tendré excusa para escaparme, quizás eso sea lo mejor. Por ahora nos hemos comprometido 3 días en semana (lunes, miércoles y viernes) y empezaremos con sesiones de cardio y algo de tonificación (poco, no mucho).
Seguro que mi talla de pantalón agradecerá que haga ejercicio, hace mucho que no practico deporte (sin contar los partidos que jugamos los compañeros de trabajo), así que toca desempolvar la mochila del gimnasio, elegir un chandal cómodo y empezar con muchas ganas a sudar en la cinta contínua.
Lo que mejor me sienta es correr, no me gusta pero si es cierto que los resultados son inmediatos, bajo volumen y peso enseguida, pero mi rodilla izquierda no me deja trabajar mucho tiempo y se resiente al cabo de 1 o 2 meses de entrenamiento.
Empezamos el miércoles, a ver cuanto duramos jajaja.
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