Respeto al que le gusten las mujeres secas y sin carnes, cada uno sabrá si quiere casarse con una enferma o con una mujer que luce salud y bienestar por los cuatro costados.
En mi caso lo tuve claro desde el momento que vi por primera vez a Mistica. Su figura me conquistó al primer vistazo, me recordó a una guitarra, elegante y sensual…
Esa sería mi definición para una mujer con el cuerpo perfecto: que se asemeje a una guitarra, no importa si tiene mucho pecho, las caderas anchas, las piernas gruesas o los labios carnosos, lo importante es el conjunto.
Cuando la miras de lejos lo primero que resalta es su figura y cuando te recuerda a las curvas de una guitarra es como si se despertara el instinto de reproducción y tu cerebro te dijera: Tío, esa mujer podría ser la madre de tus hijos, a por ella!!!
Tal vez los que hemos crecido en un país influenciado por la cultura romana tenemos asimilado el concepto de mujer con curvas, cualquier mujer del Mediterráneo tiene curvas, caderas, pecho… Y todo bien puesto.
En cambio en los países que no recibieron influencias latinas el modelo de mujer es bien diferente, más estilizada, de piel más pálida, cabellos rubios y con un cuerpo donde se disimulan por completo las curvas y los excesos.
Sabiendo ésto y conociendo quienes son los que imponen los cánones de la moda tenemos claro que el modelo de mujer latina no haya triunfado como canon de belleza hasta hoy. Y digo hasta hoy porque parece que por fin los latinos estamos consiguiendo zarandear el concepto de mujer hermosa que hasta ahora nos habían vendido.
Hemos logrado pasar de Nicole Kidman a Beyonce, de Charlize Theron a Shakira. Ya sólo queda que la cadena de tiendas Bershka deje de vender ropa para mujeres adultas de la talla 34 haciéndola pasar por una 40. Ese día lo celebraré con una buena botella de vino y jamón del que te deja afónico…
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