Esta semana estaba muy fácil adivinar a quién le iba a dar el premio porque lo hemos visto en todos los canales de televisión, en todos los foros de opinión, en tertulias radiofónicas…
Estamos ante un desperdicio humano fruto de la sociedad donde se ha educado. Un media-hostia con muchos humos y con actitud de «perdona vidas».
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Qué pena que yo no fuera en ese vagón, porque no me hubiera importado salir en la tele dándole un buen par de hostias a este cabrón de mierda.
De vergüenza la pasividad del resto de pasajeros, el valor civil es algo poco frecuente en Catalunya, creo que las familias no suelen inculcar estos valores en sus hijos, por eso cuando son adultos no les importa pagar más impuestos que nadie, porque no le han enseñado a ponerse de pie y dar un puñetazo sobre la mesa cuando se sienten agredidos.
Lo peor de todo es que este cabrón se va a convertir en todo un personaje, pronto lo tendremos en algún programa de televisión (cobrando por supuesto) y seguro que aparecerán más casos como el suyo en vista del éxito mediático alcanzado.
Haz un favor al mundo, si la próxima vez estás tú en el vagón, al menos ponte de pié y dile:
– Gilipollas, qué coño haces?-
Sólo eso es suficiente para que deje de agredir a una pobre chica indefensa y se centre durante unos segundo en ti. Si luego cuentas con el resto de pasajeros no te podrá hacer nada.
Valor cívico frente a los macarras barribajeros.
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