Después de pasarlo bomba en el partido del Centenario del Betis nos fuimos con el coche desde Sevilla dirección Mérida por la Vía de la Plata, hasta llegar a Montijo, pasando por Almendralejo para comprar algo de vino, panceta, miel y queso (todo muy bien de precio y calidad superior).
Allí pasamos un día estupendo con mis tíos, descubrimos que los mitos sobre la pobreza de Extremadura ya han dejado de estar vigentes. Es sorprendente la cantidad de agua que hay en la zona de Montijo, de hecho tienen varias cosechas de tomates, brócolis, ciruelas, etc. Hay muchas fábricas importantes relacionadas con el sector agrícola y sobre todo Apis tiene las mayores plantaciones de tomate de toda España.
Por su economía agrícola es frecuente el trueque entre los propios vecinos de aquella zona, unos tienen demasiados melones en su finca y le regala sacos a sus amistades y familiares. Luego alguno de ellos te regalará las ciruelas que le sobran, otros las lechugas, las cebollas, las sandías… Así que se crea una economía sumergida muy interesante porque te permite disfrutar de alimentos de primera calidad de forma gratuita. Eso en las ciudades es impensable porque todo el mundo quiere sacarle dinero a lo que le sobra.
También nos sorprendió el precio de la vivienda, ya que vimos un piso de 150 m2 con suelos de madera, decorado con muy buen gusto y pedía 160.000 €. Esa misma vivienda en Barcelona o alrededores no bajaría de los 400.000 €!!!
Pasamos allí unas 24h con un tiempo estupendo, pudimos disfrutar de la piscina y comimos como unos señores de verdad (un par de gallos a la cazuela y conejo, ummm).
Después de comer nos fuimos a la playa, mañana os cuento.
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