La evolución de Al Gore

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Es una teoría sacada de la mente más retorcida de la mesa de redacción de cualquier periódico sensacionalista reconvertido a diario político (y no me gusta señalar a nadie…), pero esa teoría me ha fascinado.

Explican que aquel joven político demócrata, a la sombra de Bill Clinton (el primer presidente con nombre de timbre: Cling! Ton!), después de sufrir en sus propias carnes el rechazo de su propio partido, después de sufrir el mayor pucherazo electoral de los últimos 25 años en un país civilizado (aunque la cúpula del PP siga pensando que lo que sucedió aquí también lo fue, lamento decirles que no, simplemente le tocaron los cojones a la gente, así de sencillo), después de ser rechazado por la clase política americana… Dicen que decidió cambiar su vida, empezó con un cambio de look, dejándose barba, con lo que quería mostrar un cambio de imagen, haciendo un símil con un cambio de mentalidad.

Después se quitó la barba de náufrago y se dedicó a ser el mayor gurú de la religión con más adeptos en el s. XXI, que no es otra que la Ecología (mi hermana se enfadará por esto que voy a decir, lo siento mimota).

La Ecología es una religión, cuyos sacerdotes se forman en las facultades de Biología, con sus radicales talibanes como los de Greenpeace, con su Papa (Al Gore), sus Obispos (James Lovelock) y sus diferentes iglesias (Ecologistas en acción, WWF, Adena, etc).

cavalleto dixit.

Pues la teoría de la que os hablaba cuenta que Al Gore después del cambio de look a modo de catarsis, también ha tomado otra decisión que afecta a su look. Cuentan que no quiere volver a la política tradicional (prefiere seguir siendo un gurú, que mola más), pero para evitar caer en la tentación haciendo caso de los cantos de sirena de su partido (los demócratas tienen fundamentalmente dos candidatos, una mujer y un negro/mulato, dos minorías que no van a ganar hasta dentro de muchos años. Sólo les falta un candidato gay para cerrar el triunvirato de minorías excluidas), ha decidido dejar crecer su barriga, engordando tanto que deje de tener una imagen saludable, propia para un candidato presidencial de los todopoderosos USA.

Increíble, verdad? Pensar que Al Gore se está poniendo como Bud Spencer, para evitar volver a la política!!!Y esto me lleva a otra pregunta:

con_h.manchaTanta importancia tiene la imagen en política? Vale, me he contestado yo mismo, acordándome del defenestrado Hernández Mancha (alguien le recuerda?). Cuentan que fue el prime sacrificado por su imagen «poco agraciada», aunque el que le sucedió no fue precisamente el dios Apolo: José María Aznar.

También es muy importante el nombre del candidato. Tienes muchos puntos a tu favor si te llamas Al Gore, porque tu nombre es fácil de pronunciar, de recordar, y algo muy importante para el público anglosajón, fácil de escribir.

No tienes muchos puntos a tu favor si compartes apellido con el dictador iraquí que ha provocado las últimas dos guerras en las que han muerto miles de soldados americanos. Eso le sucede a Barack Hussein Obama, el candidato afroamericano (término políticamente correcto para decir que es negro), que por todos los medios está intentando eliminar de los medios ese Hussein que tan mal recuerdo trae a los votantes americanos.

Por cierto, son cosas mías o Al Gore además de ser un gurú es un superhéroe retirado??

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