Dejando de lado lo increíble que resulta que una máquina pueda hacer una copia de algo que has dibujado, me he centrado en analizar cómo funciona Hektor: La máquina de los graffitis.
Con un sencillo e ingenioso juego de poleas y carruchas, un par de cuerdas, un bote de spray, un pulsador digital, y un ordenador desde donde controlar el aparato. Así explicado parece fácil y seguro que todos seríamos capaces de hacernos nuestra propia Hektor casera, pero doy por supuesto la cantidad de tecnología imaginativa que tiene Jürg Lehni debe haber detrás de este proyecto.
Podéis encontrar otros muchos inventos fantásticos en el mejor blog sobre tecnología que conozco, y que no se dedica a copiar y pegar lo mismo que publican los demás: TechEBlog.
Déjame tu comentario: