Hay una profesión por la que siento verdadera pena/vergüenza, se trata de los periodistas (ahora son Licenciados en Ciencias de la Información).
No sé con qué ilusión entran a la facultad los chavales que deciden estudiar esta licenciatura, cuando luego ven que al acabar la carrera tendrán que aguantar entre otras penurias, el trabajar como becarios sin cobrar un duro, y cuando ya no puedan seguir haciendo contratos de becarios en prácticas, sólo les quede elegir entre dedicarse al periodismo deportivo o a la prensa rosa.
De verdad que merece la pena estudiar una carrera para luego pasarse horas con un micrófono en la estación del AVE, esperando a que llegue algún famosillo y conseguir alguna declaración intrascendente? O cubrir los entrenamientos del Real Madrid y escribir un artículo sobre el último corte de pelo de David Beckham?
Ahora que llega el verano puedes hacer tú mismo la prueba. En todas las emisoras de radio comienzan a aparecer nuevos locutores para cubrir las bajas durante las vacaciones. Se les reconoce enseguida porque no saben leer un texto sin equivocarse (la LOGSE hizo mucho daño), no saben tratar a un invitado con educación porque lo mismo le tutean que le hablan de usted, y su cultura general es la misma que la de El Chavo del 8.
Y después tienen como ejemplos de «profesionalidad» a la morralla que escribe en la prensa deportiva o analiza la vida de los invitados en los programas del corazón. Periodistas que se dedican a vivir de los bulos y rumores, algo que debe evitar siempre un profesional que tiene que confirmar sus fuentes y contrastar una noticia antes de lanzarla al espectador.
En verano sucede especialmente en la prensa deportiva. Como ya no hay Liga pero si muchas páginas para llenar, se dedican a lanzar rumores de fichajes, lo que les permite vender muchos ejemplares llenos de humo, porque al final de verano se demuestra que todo era mentira y pura invención de los periodistas.
He ido analizando la semejanza entre el tratamiento que le dan a una noticia dos medios como son Marca y Salsa Rosa, y en ambos casos coinciden en sus técnicas de manipulación:
- Elegir a un personaje y lanzar una noticia falsa sobre él. En la prensa del corazón se puede lanzar la imagen de un modelo desconocido y presentarlo como el nuevo amante de la famosa de turno. En el deporte se lanza el nombre de un futbolista y se anuncia como posible fichaje de un gran club de primera división.
- Sacar fotos/videos sobre el personaje escogido, entrevistas donde desmiente la noticia, entrevistas a su representante, a sus amistades, a su entorno…
- Después se desmiente la noticia desde el club deportivo o por la famosa de turno.
- Se vuelve a entrevistar al personaje para que haga declaraciones después de escuchar el desmentido del club/famosa.
- Y cuando ya no le interese a nadie, se cambia de personaje y se vuelve a montar toda la parafernalia antes citada.
Por eso digo que la profesión de Periodista me da pena y vergüenza. Pena porque creo que no es justo dedicar los mejores años de tu vida en estudiar una licenciatura para luego ejercer un trabajo que lo podría hacer un chimpancé. Y vergüenza porque hay muchos periodistas que les encanta esa manera de trabajar, con lo que las nuevas hornadas de profesionales no podrán evitar caer en la misma trampa que sus antecesores.
Desde aquí invito a los futuros periodistas a que se piensen de verdad si en septiembre quieren matricularse en Ciencias de la Información o mejor dedican su valioso tiempo en aprender algo que les sea de mayor provecho.
ACTUALIZO:
He encontrado este video en Youtube que demuestra gráficamente lo que opino de la prensa deportiva:
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