Seguro que este año durante la verbena de San Juan alguno de tus amigos acabó en urgencias por culpa de los petardos traicioneros. Es una de esas noches de alerta máxima en los servicios de urgencia porque llegan oleadas de heridos por quemaduras en muy pocas horas.
Será cosa de la crisis pero este año al menos he notado que ha habido menos presupuesto para petardos y cohetes, de hecho el día de la verbena se dejaron de escuchar a partir de las 2:00h de la madrugada, cuando otros años sonaron toda la noche.
Si te quedaste con ganas de más petardos te dejo este divertido video recopilatorio de grandes explosiones y accidentes con petardos y explosivos caseros:
Reconozco que de pequeño me encantaban los petardos, las tracas, los cohetes y las vengalas. Ahora que vivo en Cataluña entiendo que aquí es una tradición muy extendida y que todas las familias aprovechan la verbena de San Juan para tirar al menos un petardo. En Andalucía se suelen tirar más durante la Navidad y el Año Nuevo (aunque no sé muy bien por qué).
El caso es que de pequeño hacíamos toda clase de travesuras con los petardos: unir varios formando una traca, ponerlos dentro de una botella de cava y ver quién conseguía rebentarla (vaya locos), también hacíamos una trastada muy divertida, buscábamos alguna boñiga de vaca (soy de pueblo y era fácil encontrarlas fresquitas) y le metíamos una traca de petardos pequeñitos de color rojo, que valían 25 ptas, luego la llevábamos a la puerta de alguna vecina y le metíamos fuego a la boñiga explosiva. El resultado era descojonante, las paredes, el techo y la puerta salpicadas de caca de vaca fresquita jajajaja.
Aquí en cambio juegan más a ver quién lanza el petardo más gordo, el que más suena. Vale, es divertido, pero donde se ponga una gran boñiga de vaca que se quiten los truenos y los supertruenos.
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