El móvil como arma de defensa

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Cada mañana veía a una compañera de trabajo hablar por el móvil cuando llegábamos al trabajo. Coincidía siempre que yo estaba aparcando en la puerta y ella llegaba a pie con el móvil en la oreja. No sabía con quién hablaba a las 6:45h de la mañana, lo primero que pensé es que era una psicópata adicta al móvil, o que su madre era una pesada y le estaba explicando cómo tenía que darle de desayunar al niño.

Un día llegué antes que ella al ascensor y venía con el móvil en la oreja, al subir conmigo no hablaba, pero no se quitaba el móvil. El caso es que no se escuchaba a nadie hablar, me pareció raro pero no le di más importancia. A la tercera ocasión que subió le pregunté directamente si hablaba con alguien (a mi me parece de mala educación entrar en un ascensor hablando por el móvil, lo siento) y me dijo que no. En realidad lo del móvil era un consejo que había leído en internet hacía tiempo y lo llevaba haciendo desde entonces. No entendía nada, pero como llegué a mi planta, me bajé y ahí quedó la cosa.

Al día siguiente le pedí que me explicara lo del móvil porque no lo entendía. Resulta que alguna amiga suya le había explicado que para evitar violadores cuando vas sola por la calle de noche, lo mejor es hacer como la que hablas por teléfono, así no se atreven contigo porque podrías avisar a alguien.

Me quedé con la misma cara que tú ahora mismo. Flipé que la gente viva con miedo a ser violada y no quiero que mi hija crezca con esa idea de que los hombres somos todos unos violadores. El caso es que lo de hacer como que hablas por teléfono por lo visto cada vez está más extendido entre algunas mujeres, pero además hay muchísimas apps de seguridad para usar en casos de emergencia. Encontré esta web donde recopilan 7 apps para usar en caso de emergencia.

Le dije que en Cataluña vivimos 7,5 millones de habitantes y que al año se registran unas 350 violaciones, que en España se registran 11.000 atropellos al año, y que si seguía cruzando la calle con el móvil en la oreja era más fácil que muriese atropellada antes que la viole alguien. No le hizo mucha gracia.

Podría entender que las chicas que pueden trabajar en un ambiente más peligroso, como las chicas de compañía, que se meten en una casa sin conocer al tipo que les espera allí, utilicen este tipo de apps. De hecho me consta que incluso hay un ebook con consejos de seguridad para escorts (Erosguia) con algunas sugerencias. Pero de ahí a criar a tu hija haciéndole creer que todos los hombres somos unos violadores, va un trecho.

No me entra en la cabeza tener que educar a mi hija con trucos para que no la violen, como tampoco educaría a mi hijo para que aprendiese algún curso de defensa personal, ni tampoco llevo un arma de fuego encima. Si tuviéramos que vivir siempre con este tipo de actitudes, nuestra vida sería un martirio. Si un tipo quiere hacerte daño lo hará con o sin móvil, te lo hará a ti que eres una chica de 50kg y a mi que soy un calvo de 100kg, a ti te hará una cosa y a mi quizá otra.

Ya puestos a ponernos en lo peor, mañana me compro un arma por si los malos quieren entrar en mi casa, y voy a convertir el despacho en una habitación de pánico por si quieren entrar en mi casa y hacer daño a mi familia.

No puedes evitar lo inevitable, ni tendrás previsión de todo lo que pueda suceder, así que mejor usar el sentido común, evitar la confrontación, elegir bien por donde pasas y ya está. Ni en tu cama estarás segura si vives con ese angustia vital, porque nunca confiarás en nadie.
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