Lago Peigneur

El Lago Peigneu era un tranquilo lago de agua dulce situado cerca del Golfo de México, en Luisiana (EE.UU.). La empresa Texaco estuvo haciendo prospecciones petrolíferas en sus orillas a finales de los años 70, hasta que alguien metió la pata con la triangulación y calculó mal donde perforar.

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Hasta el día 20 de noviembre de 1980 el lago tenía una profundidad media de sólo tres metros, estaba rodeado de merenderos, zonas de parking para que las familias pudieran pasar un día tranquilo en el lago. Pero ese día sucedió algo espectacular, el lago sufrió una de las mayores cagadas de ingeniería que se recuerdan.

La empresa Texaco tenía una plataforma perforadora haciendo catas justo encima de una antigua mina de sal de la compañía Diamond Crystal Salt, estaba todo controlado porque habían hecho estudios de profundidad para no perforar sobre la mina y provocar la debacle. Pero alguien se equivocó haciendo la triangulación a la hora de elegir donde perforar y fue a colocarlo justo encima de uno de los domos de sal que tenía la mina. Era un pequeño orificio de 36 cm por donde penetró la broca, pero no hay que ser muy listo para saber qué pasó a continuación. Si juntas agua y sal el resultado es lo que hoy en día se conoce como el Desastre del Lago Peigneu.

El agua comenzó a penetrar por el agujero, haciéndolo cada vez más grande, llenando las cavidades que ya estaban vacías en la mina, provocando en la superficie del lago un vórtice gigantesco. Este «sumidero» se tragó la plataforma donde estaban haciendo las perforaciones, árboles y varias barcazas que había en el lago en ese momento. El vórtice chupaba tanto que hizo que el canal Delcambre, que desembocaba en el Golfo de México, invirtiera su sentido, llenando el lago con agua salda. Aquello debió ser espectacular, de hecho bajó tanto el nivel del lago que se formó una catarata de 50 metros desde el canal hasta el lecho del fondo del vórtice.

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En la mina de sal había 50 trabajadores que escaparon a tiempo por el ascensor cuando comenzaron a escuchar el ruido que hacía el agua entrando por las galerías vacías. Imagina la situación, trabajando bajo tierra y que tu galería comience a llenarse con el agua del lago que tienes en la superficie. Tremendo.

Cuando se tranquilizó la situación dos días después el lago se había convertido en una masa de agua salada, por culpa de los millones de metros cúbicos de sal que se disolvieron al entrar en contacto con la sal de la mina (y por el agua que retornó por el canal que llegaba del Golfo de México), lo que antes era una tranquila balsa de tres metros de profundidad, ahora tenía 400 metros en el fondo de donde se formó el vórtice que se lo había tragado todo (actualmente tiene 240m de profundidad media).

No hubo que lamentar pérdidas humanas, la cagada se saldó con una indemnización de 32 millones de dólares a la empresa propietaria de las minas. Os dejo este video que explica la historia (ENG):

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