#Fitchthehomeless

La historia comenzó hace unas semanas, cuando Mike Jeffries, presidente de Abercrombie & Fitch, una marca de ropa norteamericana, hizo una serie de declaraciones tras retirar de su inventario las tallas XL y XXL.

Más o menos vino a decir que «en los institutos siempre hay gente guay, chicos populares, guapos, con muchos amigos, y que ese es su público objetivo, por eso su ropa (cara) no puede ser vestida por cualquiera». Si, es una gilipollez del tamaño de un campanario, de hecho estuve a punto de darle el premio al gilipollas de la semana, pero me parecía más interesante explicar la historia desde el principio.

Su plan de ventas consiste en vender sólo a gente «cool» y guapa, y si tienes unos kilos de más o eres de lomo ancho como yo, no puedes vestir su ropa. Así de simple. Así de simple pensarían ellos, porque las redes no se han quedado de brazos cruzados…

Han lanzado la campaña #FitchTheHomeless, un gran Zas en toda la boca! que no se ha quedado sólo en un hashtag de twitter. Te dejo este video para que veas de qué va esta venganza contra el gilipollas de Jeffries, que por cierto, es más feo que un bizco inflando un globo:

Básicamente consiste en buscar en tu armario, ropa vieja que ya no te pongas mucho, de la marca AF, y donarla a los sintecho de tu ciudad. Así esta marca que sólo quiere vestir a gente guapa, exitosa y cool se va a convertir en la marca que viste a los mendigos de Los Ángeles.

Como venganza me parece cojonuda, por un lado le das una hostia sin mano y por otra ayuda a gente que lo necesita. Me parece genial, y que conste que nunca he sido un caza-pijos ni voy atacando a los que presumen de tener dinero y tal. Pero si una empresa es libre de despreciarte como cliente por tener una talla XL, nosotros los consumidores también podemos tomar las riendas del asunto y decidir cómo actuar, verdad?

Grandioso.

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