Me gusta comenzar el año eligiendo a un gran Gilipollas de la Semana. Es una forma de saber lo que nos deparará el 2011. La tradición dice que si el primer premiado del año es de categoría, nos espera un año de lo más divertido en todos los aspectos sociales.
Así que os presento al ganador del premio de esta semana, un Gilipollas con todas las letras. Merecido sin duda, aclamado por muchos lectores del blog:
Monseñor Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba
Estas han sido sus recientes declaraciones en la homilía del pasado domingo, juro que no me he inventado nada:
«El ‘ministro’ de la familia en el gobierno del Papa, el cardenal Antonelli, me comentaba hace pocos días en Zaragoza que la Unesco tiene programado para los próximos 20 años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual. Para eso, a través de distintos programas, irá implantando la ideología de género, que ya está presente en nuestras escuelas. Es decir, según la ideología de género, uno no nacería varón o mujer, sino que lo elige según su capricho, y podrá cambiar de sexo cuando quiera según su antojo. He aquí el último ‘logro’ de una cultura que quiere romper totalmente con Dios, con Dios creador, que ha fijado en nuestra naturaleza la distinción del varón y de la mujer.» (fuente)
Pues nada, ya lo sabes. La Unesco está dispuesta a convertir a media humanidad en sarasa. Pues ya aviso con tiempo que Sitges y Chueca se van a quedar pequeños para dar cabida a tanto homosexual de vacaciones.
Qué desastre, cuanta ignorancia, cuanto analfabeto con suerte hay en este mundo…
Ya me dirán de qué viviría un personaje como este señor Obispo de Córdoba si tuviera que ganarse la vida con el sudor de su frente. Un personaje así no sirve ni para hacer de público en algún programa de laSexta, en serio.
Sigo sin comprender la actitud del clero en el s.XXI. Siguen manteniendo una gran influencia social, pero no evolucionan con los tiempos. Visten como Drag Queens, mantienen una parafernalia caduca y rancia, quizás añorando tiempos pasados que jamás, por suerte, volverán.
Pues nada, que sigan así y que luego se quejen de la falta de vocaciones y de que la gente ya no va a misa. Lo siento, señores con sotana, aquí un católico que les dice adios con la manita y que no vuelve a pisar una iglesia hasta que ustedes cambien. Que no van a cambiar? Pues lo dicho, adios con la manita.
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