Os acordáis hace un mes que os hablé de mi problema con el sedentarismo? Pues bien, he sido un chico bueno y las navidades no han supuesto un obstáculo para llevar a cabo mi objetivo.
En aquel post puse una encuesta para conocer vuestra confianza en mi propósito y la verdad es que muy optimistas no fuisteis. Tan sólo el 45% de vosotros votó que si sería capaz de llevar a cabo mi objetivo de perder peso y luchar contra el sedentarismo.
Pues bien, os felicito a ese 45% porque sigo sin defraudaros. Este primer mes de «lucha» ha servido para ver cómo respondía mi rodilla, que no aparecieran viejas lesiones, que mi sobrepeso no supusiera un excesivo castigo para mis tobillos a la hora de correr…
Y bueno, parece que estoy haciendo las cosas bien. En un mes llevo 45km recorridos, he quemado 4.317 kcal (eso según el pulsómetro) y he bajado 6,7 kg de peso! No estoy haciendo dieta, sigo comiendo lo mismo sólo que no abuso de las salsas ni picoteo después de cenar. Ésto refuerza mi teoría que la mejor manera de bajar peso de forma saludable es mantener una dieta habitual sin excesos y practicar deporte de forma regular.
Ya os iré contando cómo sigue la cosa. Por ahora pinta bien, le voy cogiendo el gustillo a eso de salir al anochecer a correr por el puerto de Mataró. Tengo hecha una ruta a la que he bautizado la Ruta del Capitán Garfio:
Es una ruta completamente plana, paralela a la costa. Hay unas vistas estupendas del puerto con tantos barcos, de hecho es precioso ver atardecer desde el espigón, justo cuando vuelven algunos barcos de pesca, rodeados de gaviotas.
Imagino que dentro de un tiempo buscaré una ruta alternativa para no aburrirme, pero por ahora seguiré allí. El suelo es mitad arena, mitad pavimento, así que las articulaciones no sufren demasiado. Eso si, salir a correr con este frío y aguantar el aire frío que viene del mar… Ufff, así he acabado, con media pulmonía que me ha tenido un par de días en cama con fiebre.
Mi idea es seguir aplicando un entrenamiento cardiovascular, a un 70% de mis pulsaciones máximas (zona de quema de grasas) y al menos siempre durante una hora (menos es poco efectivo). Corro siguiendo un plan de intervalos, que iré incrementando a medida que me vea mejor físicamente y que la pérdida de peso me permita forzar algo más sin miedo a hacerme daño en rodillas y tobillos.
Es muy sencillo de llevar a cabo. Empiezo corriendo 2 min y luego camino 1 min. Cuando vaya mejorando incrementaré el tiempo de carrera: 3 min de carrera, 1 min caminando. Luego subieré a 4 y 1, 5 y 1... Hasta que pueda estar todo el tiempo corriendo sin necesidad de caminar. Es un entrenamiento de 5-6 meses que se ha demostrado muchas veces como el más fácil de llevar a cabo.
No, no me considero un idealista. Sé que correr es de cobardes y malos toreros, pero si me dan a elegir entre salir a correr 3 días en semana o tomarme una pastilla de por vida, por mucho que te cueste creerlo, prefiero salir a correr. Que no nos guste correr es culpa en gran parte del sistema educativo. No sé tú, pero a mi en la clase de gimnasia me castigaban corriendo alrededor de la pista. Luego a ver quién te convence que correr es algo positivo si desde siempre lo han usado como forma de castigo.
Otra cosa que me ha llamado la atención es la cantidad de gente que está saliendo a correr cada día. Me cuenta un amigo que trabaja en un gimnasio que con la crisis la gente prefiere dejar de pagar la cuota y salir a correr por la tarde. Venga, anímate. Si lo hubieras hecho hace un mes ya habrías perdido 7 kg. A qué vas a esperar, a que falten 2 semanas para las vacaciones de verano?
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