A ver cómo empiezo este post sin ganarme tu enemistad antes de llegar a la tercera línea. Bien, quizás lo mejor será presentar mis credenciales que me dan autoridad moral (y si no da igual) para opinar del tema estrella de la semana:
El Parlament de Cataluña prohibe las Corridas de Toros
He ido a ver corridas de toros a una plaza, las he visto por la tele… Y no me importa que las prohiban en Cataluña. Si, has leído bien. No me importa que prohiban los toros en las plazas catalanas, pero si me importa que sea necesario que el Parlament se meta en prohibir un espectáculo al que nadie te obliga a ir si no quieres o no te gusta. Donde está el derecho a decidir y la libertad de elección si la ley lo prohibe? Que no me importe que las prohiban no significa que esté a favor que lo hagan, ojo.
Lo que no veo claro es todo lo que rodea a la polémica de toros si o toros no en Cataluña. Hay que empezar a hablar del tema teniendo datos en la mano, como por ejemplo las más de 500.000 firmas que se han presentado en el Parlament de Cataluña para que tomara esta impopular (o popular) medida antitaurina.
Sólo con este datos podemos empezar a realizar el análisis pormenorizado. De verdad hay 500.000 personas en Cataluña que quieran prohibir los toros? Hay más o menos? Cuantas de esas firmas buscaban algo más que el bien del toro?
Ya sabes que no ofende quien quiere sino quien puede, por eso para los catalanes es muy sencillo hacer rabiar a los españolistas. Basta con renegar de alguna tradición española. Así que no es descartable que un sector de la población con profundo sentimiento antiespañolista, haya firmado para prohibir las Corridas de Toros vistas como símbolo de las tradiciones «españolas». Lo que ya me parece más demagogo es que usen argumentos como «los derechos del toro» para justificar la medida y no digan claramente que quieren borrar toda huella de la cultura (o incultura) española en tierras catalanas.
O tal vez no, tal vez estoy equivocado y las más de 500.000 personas están preocupadísimas por el trato que reciben los toros en las plazas. Se pasan noches sin dormir pensando en la vida tan dura que pasan corriendo libres en las dehesas extremeñas para luego morir torturado en una plaza rodeado de miles de personas que gritan entusiasmadas ante un festín sangriento.
Espera, espera, no te vayas tan rápido que no he terminado. Todavía hay una tercera posibilidad.
Todos los que hoy se han encolerizado al conocer la noticia, los que escriben en twitter como si fueran apasionados aficionados a la tauromaquia… De verdad estáis defendiendo las corridas de toros o es que como la polémica viene desde Cataluña aprovechas para criticar por enésima vez a quienes más odias: los catalanes??
Crees que exagero? Y tú crees que hay tantos aficionados a los toros en España como para recibir esta reacción popular? De verdad a tantos nos preocupa y nos duele que prohiban los toros? Cuantos de los que critican la prohibición han ido alguna vez a una plaza de toros?
Ahora tienes que ser sincero, dime que ya sabías que en Canarias están prohibidas las Corridas de Toros desde hace 20 años. Yo no tenía ni idea, lo reconozco. Cuando se prohibieron hubo tanto revuelo? Ni de coña.
Vale, si se trata de estar en contra de una medida que prohibe lo que sea, entonces se acepta. Pero sólo hay que revisar lo que han dicho los usuarios en twitter para encontrar enseguida un tufillo a catalanofobia muy desagradable.
Por tanto tenemos que empezar a sacar a la superficie el posible trasfondo político de la medida. Unos la utilizan para borrar un rastro de españolismo y otros lo usan como excusa con la que atizar por enésima vez a los catalanes.
Que nadie te venga con motivos ecologistas para justificar la prohibición. El toro les importa una mierda, por mucho que hablen de tortura pública. No he visto a ninguno de ellos protestando en las granjas de pollos por el trato que reciben ni en las condiciones que los transportan por carretera, y eso que luego se convierten en comida que acaba en nuestros estómagos.
Tampoco aceptes argumentos protaurinos, ninguno justifica la muerte de un animal.
Que si, que sin las corridas el toro de lidia no tiene interés «biológico», que sin ellas se acabará extinguiendo, etc, etc, etc. Hay mucha gente que vive del toro, por tanto hay muchos intereses creados que impiden que muestren su opinión de forma objetiva. Si en lugar de toros se usaran hipopótamos importados desde África, se escucharían tantas voces hablando en su defensa?
En serio estás dispuesto a entrar en el juego de «… y tú más!» Yo no, lo siento. Estoy en contra del prohibir por prohibir, pero también me niego a que denominen a las corridas de toros como Bien de interés Cultural. Matar a un animal públicamente es una salvajada, lo mismo que cazar ciervos en un coto privado, lo mismo que la pesca deportiva que lo hace por vicio y no para alimentarse. No pueden llamar cultura ni mucho menos fiesta nacional a esta tradición!
Si ya han empezado por prohibir las Corridas de Toros espero que no se detengan ahí. Que continúen con los encierros, con la caza mayor, con la pesca deportiva, con el lanzamiento de cabras desde el campanario… Pero que no se queden sólo con las tradiciones basadas en la muerte de algún animal. Que metan mano también al tema de los bebés que van de mano en mano para pasarlo por el manto de alguna virgen, los niños que hacen peregrinaciones kilométricas a pie, etc.
El límite no está escrito a la hora de prohibir tradiciones, es cuestión de tiempo que se acaben con todas y empecemos otras nuevas, creadas desde la razón y la ilustración.
Invito a que sustituyan la tradición de las Corridas de Toros por la tradición de leer un libro durante San Isidro, otro durante la Feria de Abril, otro durante Fallas… En San Fermín que se intercambien libros con los guiris borrachos que antes venían en busca de toros (ahora se llevarán una gran colección de lo mejor de la literatura española).
Ah, claro, que este tipo de tradiciones ya no hacen tanta gracia. Vaaaaale, venga, te dejo que tires al pilón al autor que más novelas venda en estas fechas. No, del campanario no se tira al librero, que no, no insistas.
Déjame tu comentario: