La cosa ya viene de lejos, de hecho yo todavía vivía en la ciudad cuando se hizo el anuncio en Sevilla y se comenzó a conocer la noticia. Hablo del polémico rascacielos que Cajasol está construyendo en la Isla de la Cartuja, en lo que durante la Expo’92 fue Puerta Triana (qué recuerdos…).
Al parecer la Unesco sigue empeñada en paralizar su construcción bajo la amenaza de expulsar a Sevilla de la lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Y no les importa que hace 6 meses un grupo de expertos hicieran público un concienzudo informe donde daban su visto bueno a la construcción, desestimando impacto alguno sobre la zona histórica de Sevilla.
El edificio es obra del prestigioso arquitecto César Pelli, responsable de las Torres Petronas (casi ná) y suponía una ruptura total con una ley no escrita en Sevilla (que no haya ningún edificio más alto que los 101m de La Giralda) y esta Torre Pelli se diseñó con unos imponente 178m de altura.
No hay nada que impida que la construcción de un rascacielos en Sevilla, de hecho ya existen muchos proyectos en marcha (y varios en construcción) para dotar a la ciudad de edificios que le harán reconocible en el mundo.
Por ejemplo, la nueva Biblioteca Central de la Universidad de Sevilla, obra de la famosa arquitecta Zaha Hadid, que ha diseñado un edificio impresionante (como todos los suyos) que irá a unos 100m de la famosa Plaza de España:
O el edificio de oficinas que van a construir en Bellavista, Torre Sevilla, obra del Antonio González Cordón, el mismo que hizo el proyecto del Estadio del Betis:
Todos estos edificios cambiarán el skyline de Sevilla, eso no cabe duda, pero lo que no se puede aceptar es la actitud de la Unesco, propia de matones de barrio.
Hace ya un año solicitaron al gobierno de Zapatero que paralizara la construcción de la Torre Pelli, bajo la amenaza de expulsar a Sevilla de la lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad. Según ellos el rascacielos que se está construyendo a 2 km de la Giralda y en la otra orilla del Guadalquivir pondrá en peligro a La Giralda, La Catedral y el Archivo de Indias.
Me pregunto si la Torre Pelli es un edificio o un arma de destrucción masiva, porque no entiendo qué riesgo supone para el patrimonio. Ni las obras ni el tráfico de vehículos y personas que genere su actividad afectará en nada al casco antiguo de Sevilla.
Qué es lo que pretenden estos señores de la Unesco? Convertir Sevilla en una ciudad estancada en el s.XV, conservando cada piedra en el mismo lugar que ocupaba hace 500 años??? Pretenden convertirla en un parque temático para turistas amantes del arte mudéjar?
Defiendo siempre el desarrollo sostenible, pero que me digan esta gente si es legítimo que su caprichosa elección pueda condicionar el desarrollo de una ciudad. Crees que exagero?
La ciudad alemana de Dresde fue expulsada de la lista de ciudades patrimonio de la humanidad por construir un puente sobre el río Elba.
Eso es lo que buscan? Embalsamar las ciudades, paralizando el desarrollo de nuevas infraestructuras? Pues con Sevilla lo están consiguiendo. Allí no se construye nada desde la Expo’92. Siguen las mismas carreteras, los mismos puentes, las mismas rondas saturadas de vehículos, la misma falta de aparcamiento en la zona centro…
Pero eso a esta gente les importa un carajo. Ellos vienen de turismo en avión, el autobús les deja en la puerta del hotel, pasean a pie por el casco antiguo más grande de Europa y no les parece suficiente. Quieren tener una ciudad del s.XV con todos sus complementos: sin coches, sin transporte público rápido, con muchos coches de caballos, una flamenca en cada esquina, algún que otro torero, la tuna cantando rondallas en el balcón de alguna niña guapa…
Sabes qué es lo peor? Que en Sevilla hay mucha gente que está de acuerdo, que se escandaliza cuando oye hablar de un edificio de 178m de altura en «su ciudad». Qué puedes esperar de una ciudad donde la mitad de su población idolatra esculturas religiosas del s.XVII y XVIII en Semana Santa y donde la palabra innovación suena en boca del demonio.
En Sevilla manda la tradición, que es el argumento que se suele usar para evitar el progreso.
Espero que los políticos y empresas responsables de estos proyectos tengan perspectiva histórica y le aporten a Sevilla muchas de las cosas que le impiden entrar todavía en el s.XXI. Que tomen ejemplo de ciudades como Valencia o Barcelona, que sin abandonar sus señas de identidad si supieron sembrar sus calle de edificios reconocibles ahora en todo el mundo.
Una lástima.
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