Llevo toda la semana escuchando críticas a Rajoy por no llegar a un gran pacto de Estado con el gobierno de Zapatero. Le echan en cara su estrategia electoralista, que no se implique en la resolución de la crisis y, en definitiva, que es un antipatriota.
Pues si os soy sincero, yo no acabo de entender donde está la superioridad moral que obliga al jefe de la oposición a pactar medidas críticas con el gobierno. Se supone que los españolitos votamos cada 4 años para elegir al gilipollas que nos engañará durante otros 4 años. En ese tiempo tienen que aplicar sus medidas de gobierno que ya nos vendieron en su programa electoral. Pero claro, si nada más empezar la legislatura te cae una crisis mundial como no se recordaba otra desde hace 100 años, pues te quedas con el culo al aire.
Si no sabes arreglar la situación, pues a la calle. Dimites, convocas elecciones y que entre otro que tenga más conocimientos y más ganas de luchar por arreglar la situación. Nadie es imprescindible y la alternancia en el poder es de lo más sano que hay en democracia.
Que la primera ley que apruebas es el matrimonio homosexual (gran avance para la democracia y algo que nos debería hacer sentir orgullosos a todos) y luego te quedas en blanco para sacar nuevas propuestas con las que frenar el desempleo, la inflación, la posterior deflación… Pues eso dice mucho de la banda de músicos que tienes por ministros.
Si el agua te llega al cuello y pides que la oposición se moje, eso es tener mucho morro. Porque la oposición, como bien indica su nombre, se opone a la forma de gobernar del que manda. Si Rajoy compartiera política económica con ZP no habría ni que pedirle su colaboración. Pero si uno es liberal conservador y el otro un proteccionista que basa toda su política en cheques regalo y subvenciones a corto plazo, cómo piensan que se pueden entender?
Unos dirán que si ZP con su política económica (que no tiene) nos ha llevado hasta aquí, quizás sería momento de cambiar de política y aceptar propuestas de la oposición. Pero claro, eso supone un desgaste político frente a sus votantes. En cambio se critica a Rajoy por no pactar con el gobierno, cuando no sacaría ningún beneficio y sólo valdría para repartir críticas ante las medidas más impopulares.
Cuando eres tú el que gobierna, lo primero y principal es llevar a cabo tu política. Si la cosa va mal, si fallas o directamente no funciona, pues no te queda otra que pedir ayuda o dimitir. Como la palabra dimisión es tabú en los políticos españoles, se recurre al eufemismo de pacto de Estado. Allí reúnes a la oposición, le dices que te apoye en las reformas que quieres llevar a cabo y donde la gente se va a echar a la calle protestando (como en Grecia) y así repartes las críticas entre los dos partidos. La oposición por lógica no acepta ser parte del circo, recibe las críticas de los medios afines y así el gobierno logra desviar la atención durante unas semanas.
Hacedme un favor, contad desde hoy cuanto tiempo tardará en aparecer nuestra demagoga favorita en salir por tv diciendo que Rajoy es un antipatriota, un oportunista y que sólo busca el rédito político.
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