No conozco personalmente a Marcelino Madrigal ni he tenido mucho trato con él. Si acaso algún tweet cruzado en twitter y poco más. Pero si que le llevaba mucho tiempo siguiendo y elogiando su guerra contra el sistema, porque lo suyo ya sobrepasó la definición de activista contra los pedófilos en las redes sociales. Lo suyo era una guerra de trincheras, dejando con las vergüenzas al aire a la panda de hipócritas que pueblan Menéame, a los supuestos gurús de la blogosfera que miran para otra parte, a los políticos y medios de comunicación que parece no interesarles en absoluto este tema…
Es cierto que su forma de protesta llegaba a ser cansina, agobiante en muchos momentos. Sobre todo por el tipo de enlaces que compartía, en su mayoría muy desagradables y no siempre avisaba de lo que ibas a ver al visitarlo.
Pues bien, resulta que Twitter le ha baneado su cuenta de @mmadrigal tratando así de censurar su lucha frente a los pedófilos y contra los políticos y los medios de comunicación que permanecen pasivos frente a esta dura realidad.
Los problemas imagino que llegaron cuando comenzó a mojarle la oreja al gabinete de prensa de La Moncloa, que desde que estrenó su cuenta en twitter debieron de recibir cientos de replies desde @mmadrigal denunciando lo que sucede en Windows Live (donde suele encontrar la mayoría de los casos de pedofilia). He visto algunas respuestas por parte de @desdelamoncloa y me dejaron alucinado, poco menos que le decían al pobre Madrigal que dejara de enviarles ese tipo de información, que fuera a la policía (cosa que ya ha hecho en infinidad de ocasiones) y que les dejaran tranquilos.
También le mojaba la oreja a otros supuestos gurús como Enrique Dans (que niega lo que Madrigal demuestra con pruebas, diciendo que es una minoría de los casos), aunque su principal objetivo (al menos así lo percibí yo) fue el responsable de Menéame: Ricardo Galli (@gallir). Sus discusiones públicas nos mantenían entretenidos a todos, algunas veces se les iba de las manos la cosa y caían en el insulto fácil. De hecho hacía ya mucho que Galli había bloqueado a Madrigal para no recibir más mensajes.
Todo porque Madrigal siempre ha mantenido la opinión de que en Menéame hay muchos comentarios propios de pedófilos, usuarios que justifican delitos a menores, y lo que es peor. Usuarios que criticaban a Madrigal por denunciar en su post este tipo de temas tan escabrosos (vergonzoso).
Como simple espectador me parece de juzgado de guardia que se censure a un usuario que utiliza Twitter como medio de denuncia frente a un delito que se mantiene impune pese a todas las leyes que hay vigentes (empezando por al LSSI que en este blog si respetamos).
Quizás su «osadía» ha consistido en querer «molestar» a un gigante tan poderoso como Microsoft, cargar con mucho trabajo a la Unidad de Delitos Informáticos, avergonzar al gabinete de prensa de La Moncloa, atacar a personajes populares de la blogosfera… O sea, que si mezclas política, poder y gente influyente, qué obtienes? Exacto, que te tapen la boca y creo que no se puede consentir ni un día más.
Por suerte Marcelino Madrigal se ha creado otro perfil en Twitter (@amordazado) y seguirá luchando hasta que se lo vuelvan a cerrar. Lo mejor es que a las pocas horas de crear el nuevo usuario ya tenía más de 300 followers, eso significa que tu mensaje Marcelino no cae en saco roto, somos muchos a los que nos preocupa el tema y gracias a tu lucha y trabajo nos mantenemos en máxima alerta.
Para los que no conozcáis a Marcelino Madrigal os recomiendo visitar su blog porque tiene algunos posts fabulosos, algunos llenos de consejos para que los más pequeños de la casa usen internet de forma segura, y cuando digo segura no me refiero a la campaña de mierda que sacó el otro día Microsoft, me refiero a evitar peligros a los que la propia Microsoft les está dando vida al permitir que circulen por sus redes sin cortarlo de raíz y acabar con el problema de una vez por todas.
Tienes todo mi apoyo moral, Marcelino.
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