Dos cortos chilenos que son de lo mejor que he visto en los últimos años. Son de una complejidad técnica impresionantes, pero es que además te dejan un mal cuerpo y pasas un mal rato que te va a costar trabajo olvidar. Si eres de esas personas que se asusta con facilidad, mejor no los veas.
Primera parte: Lucía
Segunda parte: Luis
Ambos cortos forman parte de una misma historia, Lucía, Luis y el Lobo, basada en un niño con doble personaldad y dirigida por Joaquín Cociña, Cristóbal León y Niles Atallah. Se utilizó una cámara de fotos digital y el posterior montaje se hizo fotograma a fotograma. Para la escenografía y efectos especiales se utilizaron cartulinas, carbón, barro y algunos objetos que encontraron por ahí. Parece sencillo, verdad? Pues son dos auténticas joyas, dos obras de arte.
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