La semana se ha llevado la vida de dos grandes poetas, cada uno con su estilo y su medio de expresión. Si hace unos días nos despedíamos de Antonio Vega Talles, hoy tenemos que despedirnos de Mario Benedetti, uno de esos poetas del que todos conocemos al menos un poema, que alguna vez nos han escrito en la carpeta en nuestros años de instituto.
A mi me gustaba siempre uno que más de una vez he escrito en las carpetas de alguna compañera a la que quería conquistar, pero parece que el nivel intelectual no estaba a la altura y siempre me preguntaban por el significado del poema, porque la mitad lo entendían como algo peyorativo…
Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo, un cutis de durazno, o como papel de lija. Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco… o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportar una nariz que sacaría el primer premio en un concurso de zanahorias. Pero eso si, y en esto soy IRREDUCTIBLE… no les perdono bajo ningún pretexto que no sepan volar, si no saben volar…. pierden el tiempo conmigo.
Mario Benedetti
ACTUALIZO:
Vaya metedura de pata!!! La mayor cagada que recuerdo!!! Un lector del blog me aclara que este poema no es de Benedetti, sino de Oliverio Girondo.
Parece que no he sido el único que ha confundido este poema con uno de Benedetti, así que disculpad mi metedura de pata. Ya sólo me queda presentarme a Miss Panamá, no me queda otra…
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