Alguien será capaz de justificar que un partido de la Selección Española se juegue un día laborable a las 22:00h?
Se supone que es un partido amistoso, una fiesta del fútbol entre las dos mejores selecciones europeas del momento (ambas invictas en la clasificación para el mundial). Un día perfecto para llevar a tus hijos y sobrinos a ver a las grandes estrellas, a sus ídolos, que durante toda la semana estén sin dormir por los nervios, por soñar con la posibilidad de hacerse una foto con Villa, Torres, Casillas, Raúl (ah, no, que éste ya no va a la selección jejeje).
Pues te jodes! Nada de eso, nada de disfrutar en familia de un partido de lujo, porque a los señores de la Federación de Fútbol han cedido a los intereses televisivos y van a dar el partido en prime-time, despreciando a los aficionados.
Para los ingleses que han acompañado a su selección la hora será casi de madrugada, pero les da igual, estoy seguro que habrán acabado primero con toda la cerveza Guiness de los pubs irlandeses de Sevilla y luego habrán ido de cabeza, unos al río y otros a por la Cruzcampo fresquita de los bares que hay en las calles cercanas al estadio que está escondido detrás del Nervión Plaza (Palangana’s house).
Qué poco le importa la afición a las televisiones, a la federación y a todos los que manejan a la Selección. Sólo han tenido un momento de lucidez y fue con toda la celebración de la Eurocopa, donde dieron rienda suelta a la pasión de la afición.
Después de aquello volvemos al tradicional desprecio, con partidos en horarios prohibitivos que no fomentan que los más pequeños se entusiasmen con la afición.
Y luego que me vengan con el A por ellos, oeeee!
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