Hace algunas semanas que no dábamos este prestigioso galardón, la cosa estaba tan igualada que no veíamos un claro ganador. Finalmente el que más méritos ha logrado para llevarse este premio ha sido Juan José Ibarretxe:
Le damos el premio al Gilipollas de la Semana porque todavía no tenemos el premio al Iluminado del Año, porque sus paranoias propias de los autoproclamados salvadores de la patria le están convirtiendo en una especie de talibán con txapela.
El Tribunal Constitucional acaba de suspender la ley que aprobó el Parlamento Vasco y que permitía a Ibarretxe convocar un referendum. La Constitución deja claro que sólo el Estado puede convocarlos, pero eso parece importarle poco al iluminado de Ibarretxe.
Y ahora Ibarretxe, se envuelve en la bandera de Euskadi, y grita que si no le dan la razón entonces estamos ante un ataque al autogobierno del País Vasco y su autonomía…
Alguien debería recordarle a Ibarretxe que él es el representante del Estado en Euskadi, así que debe acatar las leyes estatales (ahora le llaman estatales a lo que antes todo el mundo llamábamos nacionales, otra chorrada politicamente correcta).
Se queja de que el Gobierno se entromete en sus leyes, incumpliendo lo que ya votó el Parlamento del País Vasco, pero no se acuerda de cuando Atutxa, ocupando el puesto de Presidente del Parlamento Vasco, se negó a cumplir la sentencia que le obligaba a disolver el grupo parlamentario de Batasuna.
Si uno de los suyos se salta a la torera una resolución judicial, entonces es un héroe del pueblo vasco. Si es el Estado el que no acepta una ley del Parlamento Vasco, entonces es poco menos que una declaración de guerra.
Dios nos libre de esta panda de iluminados que se creen elegidos para liberar a los pueblos oprimidos y que no son más que carne de psiquiatra.
Lo peor es que hay gente que se toma en serio estos temas, eso es lo más preocupante.
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