Para combatir el hastío veraniego a la hora de encontrar inspiración para seguir publicando con asiduidad he decidido crear otra sección fija que llamaré Yankilandia. Estoy seguro que el material no me faltará porque la salud mental del norteamericano medio es fértil en fenómenos extraños.
Hoy os hablo de los concursos de belleza infantil, esos que criticaron en la película Pequeña Miss Sunshine y que, al menos yo, pensaba que era una exageración hasta que he visto este video:
Siempre que veo en la tv a un niño artista pienso en sus padres, que suelen ser frustrados que perdieron su oportunidad de triunfar en el mundo del espectáculo.
Un niño debe jugar, porque es la mejor manera para aprender todo lo que necesita. Si reduces el tiempo libre para el aprendizaje al meterle en la cabeza tonterías como estos concursos de belleza (o apuntándolo a escuelas deportivas pensando que tu hijo será el próximo Villa) le estás privando de muchas horas de autoaprendizaje que no podrá recuperar.
Hay que saber aceptar las oportunidades perdidas y no volcar en nuestros hijos todas nuestras frustraciones, porque nunca disfrutaremos del éxito como si fuera propio y nuestros hijos no tienen todavía capacidad de decisión para elegir si quieren dedicarse en cuerpo y alma a este tipo de chorradas.
El video es un resumen del documental Living Dolls que puedes encontrar en Youtube. Sólo espero que mi niña no me salga así de gilipuertas y que un día me diga que su mayor ilusión es ser Miss España, porque al día siguiente la mando a un internado a Rumanía!!!
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