Para empezar dejaré claro que soy consumista y que no suelo reciclar la basura. Lo digo al principio para que quede bien claro mi punto de vista personal.
En las charlas de sobremesa con mis compañeros de trabajo salió el tema de la gente que vive de un modo alternativo al tradicional. Cuando digo alternativo me refiero de espaldas a la sociedad donde viven.
Por ejemplo, la gente que se cocina su propio pan, que sólo come comida ecológica, que todos los productos de su casa son naturales o reciclados, que tienen su propia huerta urbana y que miran las etiquetas de todo lo que compran para conocer su procedencia.
Más o menos todo lo contrario que hago yo, que voy al super y pillo lo primero que me entra por la vista, jejeje.
Pues bien, para vivir con ese estilo alternativo hay que tener dos cosas fundamentales: mucho tiempo libre y dinero suficiente para gastar en caprichos.
Me hablaron de una compañera que todo en su vida es del rollo alternativo:
- Vive en una casa rural que toma el agua de un pozo, la luz de unas placas solares y que recicla todo el agua sucia que generan (por ejemplo, con el agua del fregadero y de la ducha se llenan las cisternas).
- Toda la ropa está confeccionada con productos y tintes naturales (algodón, lino, lana…).
- Sólo comen comida ecológica, que no haya sido tratada con fertilizantes o insecticidas, como esa fruta pocha que ves en algunos supermercados pijos, que no te entra por la vista pero que sabe a fruta de verdad.
- Fabrican su propio pan cada día en un horno casero y con el que les sobra y se pone duro se lo dan a comer a los animales domésticos.
En fin, que para llevar ese estilo de vida hay que tener una cuenta bancaria solvente que te permita comprar una casa en el campo, que puedas instalar los sistemas de recuperación de aguas y las placas solares (que nunca se amortizan), que te permita pagar el sobrecoste de los productos con etiqueta de ecológico…
Para muchos es una filosofía de vida y lo respeto, pero para una nueva generación se ha convertido en una especie de nueva fé, la Ecología es la religión del s. XXI.
A esa generación es a la que va dirigida mi crítica social, porque son personas que tiene el «riñón bien cubierto» y entonces pueden permitirse este tipo de lujos. Cuando llegas con apuros a fin de mes no tienes tiempo de mirar las etiquetas para elegir productos políticamente correctos.
Pero entonces tenemos el problema de que ese tipo de personas, que suelen tener un nivel social de clase media/alta, quieren convencernos a todos de que ese estilo de vida es el que hay que llevar para ser Ecológicos (la puñetera palabra se está convirtiendo en un eufemismo para hablar de negocio).
Con el tiempo conseguirán hacernos creer que si no separas la basura estás «dañando al planeta». Aunque tu ayuntamiento te haya subido la cuota de basuras y que no recibas ninguna compensación por hacerle el trabajo sucio a una empresa privada que se lucra de tu acción ecologista.
Pronto seré señalado en mi pueblo y la gente le dirá a sus hijos:
– Mira ese señor! No separa la basura y su coche todavía es de gasoil, con lo que contamina!!!
Y mi hija pasará vergüenza ajena porque su padre sigue pensando que el timo de la basura es un negocio redondo para las empresas que pintan de verde sus camiones para demostrar su conciencia ecológica, aunque a los 4 senegaleses que trabajan allí les paguen una miseria.
Es cierto que si todo el mundo viviera como yo no habría materia prima para tanto consumismo, pero también es cierto que si todo el mundo decidiera vivir del rollo alternativo no habría terreno para tantas casas rurales, no habría tejidos naturales para confeccionar tanta ropa, no habría cultivos ecológicos suficientes (porque entre otras cosas los fertilizantes e insecticidas se utilizan para aumentar las cosechas) para dar de comer a tanta conciencia ecologista…
Así que dejo a cada uno que elija su estilo de vida, pero que nadie me venga con aires de superioridad moral por el simple hecho de separar el plástico de la basura orgánica, porque al menos a mi no me convencen.
Déjame tu comentario: