He sido optimista desde el primer partido de la selección porque tenemos a un jugador como Villa que es determinante en partidos importantes, pero lo que no me había fijado era en que Silva está poniéndose a la misma altura que su compañero de equipo.
El partido frente a Italia tiene dos claros protagonistas:
Silva: jugando en la banda cambiada consiguió destrozar a la defensa italiana con sus diagonales. Al principio intentaron frenarlo a patadas y luego descubrieron que tenemos lanzadores de faltas muy peligrosos, así que en la segunda parte le dejaron hacer (y vaya dos ocasiones que tuvo).
Casillas: ya era hora de que fuera San Íker Casillas también en la selección y no sólo en el Real Madrid (donde ha salvado docenas de partidos con sus paradones). Me encanta este tío, es el mejor portero del mundo pero no tiene la chulería de Raúl (otro que se creía que era el mejor del mundo y es un mojón como el sombrero de un picador). En los penaltis, después de pararlos en lugar de saltar de alegría le daba tranquilidad a sus compañeros que se disponían a lanzar. Eso es un capitán con dos cojones bien puestos!!!
En fin, el próximo jueves volvemos a vernos las caras contra Rusia, ni de coña se repetirá el 4-1 de la previa. Parece que ya se les ha pasado la caraja y han descubierto que saben jugar al fútbol (sobre todo Arshavin y Pavlyuchenko).
No sé cuando volveremos a tener una oportunidad como ésta para llegar a una final, así que espero que no volvamos a cagarla como siempre.
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