Esta mañana estaba viendo en La2 unos microdocumentales sobre la historia del olimpismo. Uno de los que más me gustó fue el que hablaba de Jesse Owens y de su gesta frente a la cúpula del partido Nazi.
Los Juegos Olímpicos de 1936 se usaron para hacer propaganda del pensamiento Nazi y rendir honores a la supremacía de la raza Aria. Luego sucedió lo que todos conocemos, que un atleta de raza negra ganó 4 medallas de oro.
El Mundial de Fútbol de 1934 se jugó en Italia y fue utilizado por Mussolini como medio de propaganda Fascista. Todo estaba manipulado para que no pudiera salir nada mal y finalmente Italia ganó el título.
La Eurocopa de Fútbol de 1964 se jugó en España y fue el mayor evento internacional que se celebraba aquí desde el final de la Guerra Civil. Para el régimen de Franco sirvió como medio de apertura a Mundo, no se hizo tanta apología del fascismo como de lo beneficioso que había sido la dictadura para el pueblo español. Por supuesto todo estaba preparado y la selección española ganó el título (el único de su historia).
Hace unos días se jugó un partido amistoso entre las selecciones de Euskadi y Catalunya, ambas oficiosas y sin reconocimiento internacional. En estos partidos se suelen colar mensajes políticos aprovechando la popularidad del deporte y es fácil encontrar al politicucho de turno (que quizás no sabe ni cómo se juega a ese deporte) luciendo palmito de cara a la prensa con sonrisa ancha y mucha cara dura:
Hasta cuando tendremos que aguantar que sigan usando el deporte con fines políticos? La clase política sigue pensando que los ciudadanos/votantes seguimos siendo tan ingenuos como en el siglo pasado, siglo de guerras y dictaduras???
Entiendo que puedan existir las selecciones de cualquier comunidad española, ya existen en muchos deportes minoritarios pero parece que el fútbol es sagrado y está totalmente vetado. En Gran Bretaña sin embargo existen las selecciones de Gales, Escocia, Inglaterra, pero en cambio en el resto de deportes no pueden participar de forma independiente.
Quizás deberíamos tomar nota de los hijos de la gran bretaña y se acabaría el tema, que ya cansa un poco.
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