Desprecio al cliente

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Nunca he tenido espíritu empresarial y las pocas veces que me he animado a montar algo parecido a una empresa han salido mal incluso antes de empezar.

Pero no hace falta ser un experto para saber que lo primero que necesita una empresa son los clientes, al igual que un blog necesita lectores.

Cuando empiezas sabes reconocer lo importante que es un cliente, lo mimas, haces cualquier cosa para lograr que se fijen en tu producto porque hay mucho donde elegir…

Y cuando ya llevas mucho tiempo el negocio funciona y prestas más atención en mantener el negocio que en fijar a la clientela.

Este pensamiento lo traigo a raíz del último viaje que hicimos a Sevilla este fin de semana pasado.

Fuimos en tren desde Barcelona hasta Sevilla (tren hotel nocturno de 12h) algo que solemos hacer muchas veces porque prefiero pasar la noche durmiendo en el tren que no perder 5 horas en el aeropuerto (que si se retrasa el metro, overbooking, facturación, colas…). Y tengo que decir que es una pena el trato tan lamentable que ofrece Renfe, los vagones son de hace 20 años restaurados varias veces pero siempre con muy mal gusto (cuando subes en un coche-cama piensas que estás en Bielorusia en 1970), no hay comodidades, todo chirría, todo está viejo y gastado…

Y el broche es el pésimo servicio de bar y restaurante que suelen ofrecer. Nunca hemos podido cenar lo queríamos porque no había de todo. Si éramos 4 en la cena y los 4 queríamos por ejemplo cola de toro, pues 1 o 2 teníamos que cambiar de elección porque no había cola para todos.

El bar ya es de risa, camareros sin tener ni idea de cómo atender a los pasajeros, mal educados, bordes y con la chulería sevillana que todos conocemos.

A nosotros nos tocó un camarero que básicamente discutió con las 10 personas que entraron después de nosotros, o bien porque tardaba mucho en atenderlas, o bien porque no le ponía lo que le habían pedido, o bien porque tardaba en cobrarles la consumición… Sentí vergüenza ajena por ese camarero (por llamarle de alguna manera), primero porque uno de mis primeros trabajos basura fue detrás de una barra en una cafetería y ni en mis primeros días era tan incompetente como ese camarero de Renfe, ni mucho menos se me ocurría tratar así a los clientes, porque yo siempre pensaba que ese señor con gafas que cada tarde viene a tomarse su café con leche y una napolitana es el que me estaba dando mi sueldo, y no mi jefe.

En fin, creo que Renfe ahora tiene el monopolio de los trenes de medio y largo recorrido, como no hay competencia no tienen que esforzarse en conseguir clientes, vienen ellos solitos como corderos camino del matadero.

Después les hago viajar en vagones amortizados mil veces, sucios y con muy poco personal para atenderles… Y a forrarme!!!

Lo que más me duele es que mi suegro es un apasionado de los trenes (yo le llamaría un fanático), sabe todo sobre cualquier tren de vapor, eléctrico, diesel, cremallera… Incluso hace sus propios trenes como un auténtico artesano.

Y viendo sus revistas especializadas puedes ver cómo eran los trenes hace años (sobre todo en Suiza) y comparas con lo que tenemos ahora… Y te dan ganas de echarte a llorar.

Creo que el tren es la mejor alternativa al avión, masificado y donde nos tratan como ganado y  presuntos terroristas. Si Renfe o alguna alternativa se tomasen en serio el mercado del transporte ferroviario de medio y largo recorrido, creo que tendrían mucha más clientela de la que hoy en día usa sus trenes.

2 respuestas a «Desprecio al cliente»

  1. Avatar de mario
    mario

    Visto lo visto, quizás deberías remplantearte lo de tomar el avión para ese tipo de vuelos.

  2. Avatar de Abraham

    Se abrió la veda contra renfe: Hace un tiempo tube que cojer un tren también y fíjate lo que me jodió, por supuesto como ya me conocía las condiciones fui previsor para cojerme de 1º clase, parece q en trenes no hay 1º clase, es preferente, vale un poco de conocimientos para el cuerpo, pues me cojí un billete de Preferente y claro tu tan tranquilo para estar agusto y olvidarte de todo agobio, pues nó! de entre todo el vagón lleno de gordos y viejos ricachones solo me pidieron el billete a mi! el joven, con pinta de más joven y barba guarrera, que claro se pensaban que me había colado.
    ….
    A la vuelta, por supuesto con una cara de odio y desprecio hacia todos, para que vieran que tengo la categoría de viajar en prefenente, ¡pues claro que no me pidieron el billete!, jajaja, al que se lo pidieron fue al otro chaval joven desapercivido del tema que me encontré en la sala de espera, y pensé, hay que ser cabrones y mal pensados.
    ….

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